pudding de chía, avena y espirulina
INFORMACIÓN NUTRICIONAL
La avena es un cereal muy rico en vitamina K y vitaminas del grupo B. Además, ayuda a relajar el sistema nervioso y a levantarte el ánimo, ya que aumenta la producción de serotonina (la “hormona de la felicidad”) en el cerebro.
Las semillas de chía (remojadas en leche o agua un mínimo de 8 horas) son muy ricas en aceites Omega 3 y ayudan a reducir la glucemia en sangre.
La espirulina es un tipo de alga rica en proteínas, con todos los aminoácidos esenciales en perfecto equilibrio. Es rica en clorofila y phycocianina, y es el único alimento aparte de la leche materna que contiene acido gamma linolénico (GLA). ¡OJO! La cantidad máxima diaria recomendada son 5 gr de alga en seco para evitar un exceso de yodo, y las personas con problemas de tiroides, con enfermedades autoinmunes, en tratamiento con fármacos inmunodepresores, antiagregantes o anticoagulantes deberán tener precaución al consumirla. Para más información, pincha aquí.
INGREDIENTES
Para la primera capa:
200ml de leche de almendras (sin azúcares añadidos).
2 cucharadas de semillas de chía.
3 cucharadas de avena integral.
Un chorrito de agua (unos 100ml).
1 cucharadita de espirulina en polvo (OPCIONAL)
Para decoración y topping:
Unas cuantas fresas
Un puñado de avellanas tostadas.
ELABORACIÓN
Dejar en reposo la noche anterior (guardado en un bote de cristal) la chía, la avena, la espirulina y la leche de almendras.
Por la mañana, filetear dos o tres fresas, y ponerlas en la base de un vaso (como se ve en la foto). Añadir el pudding de chía (si ha quedado muy denso, añadirle un poco de agua antes de ponerlo en el vaso).
Decorar con más fresas y avellanas tostadas.