porridge energético de avena y algarroba
INFORMACIÓN NUTRICIONAL
La algarroba es un alimento de sabor similar al cacao, pero más dulce, pues es rica en azúcares naturales (sacarosa, glucosa, maltosa y fructosa), lo que evita tener que añadir endulzantes. Además, al mezclarla con cereales, se obtienen proteínas de alto poder biológico. Es rica en triptófano (relacionado con la producción de serotonina, la “hormona de la felicidad”), baja en grasas, rica en vitaminas A, vitaminas del grupo B (excepto la B12), vitamina D, calcio, magnesio, fósforo, zinc y potasio. Posee unas enormes propiedades digestivas por su alto contenido en mucílagos (10-13% de fibra), y tiene muchos taninos y carotenoides, lo que la convierte en un gran antiinflamatorio, que además nos ayuda a cuidar el cabello, las uñas y la piel.
Las semillas de chía (remojadas en leche o agua un mínimo de 8 horas) son muy ricas en aceites Omega 3 y ayudan a reducir la glucemia en sangre.
La avena es un cereal muy rico en vitamina K y vitaminas del grupo B (excepto la B12). Además, ayuda a relajar el sistema nervioso y a levantarte el ánimo, ya que aumenta la producción de serotonina en el cerebro.
INGREDIENTES
Para el porridge:
1 cucharada de semillas de chía.
1 o 2 cucharadas de algarroba (cuanta más eches, más intenso de sabor saldrá).
2 o 3 cucharadas de copos de avena finos.
100ml de leche (de vaca o de soja).
150ml de agua (si se desea más líquido, añadir más agua).
Para el topping (opcional):
Fruta de temporada.
Semillas de cáñamo.
ELABORACIÓN (la noche anterior)
En un bote, mezclar la chía, la avena, el agua y la leche. Revolver un poco, y guardar en la nevera toda la noche.
Al día siguiente, volcar el contenido del bote en una olla pequeña, y calentar hasta que empiece a hervir. Dejar cocinar unos 5 minutos a fuego medio.
Retirar la olla del fuego, añadir la algarroba, mezclar bien, servir, decorar y ¡listo para consumir!